
Uno de los edificios más singulares de la arquitectura románica civil es el Domus Municipalis.
Construido en el siglo XII con materiales de cemento y piedra ornamentada, Domus Municipalis tiene forma de pentágono irregular y constituye dos salones diferenciados.
Estos dos salones son la cisterna (para la recogida de agua), situado en el piso inferior y la Casa de la Cámara (utilizado como órgano de administración de la ciudad), ubicado en el piso superior con ventanas del mismo edificio.
Actualmente, se desconoce el uso definitivo del monumento ya que disponen de dos usos completamente diferentes.
Historiadores actuales refuerzan la teoría de que se utilizó como cámara administrativa y política de la ciudad en tiempos de paz y recogida de agua y almacén de alimentos en tiempos de conflictos bélicos.
Si esta teoría es cierta, se daría el primer caso de reutilización de edificios y aprovechamiento de espacio y materiales el siglo XII en Europa.