El Castillo de Braganza es un castillo medieval en muy buen estado de conservación gracias a las numerosas restauraciones a las que ha sido sometido a lo largo de la historia.

La primera evidencia arqueológica sugiere que fue uno de los primeros asentamientos lusitanos de la región, donde los primeros pobladores construyeron un pequeño fuerte.

Con la llegada del Imperio romano a la península ibérica en el siglo II d.C., construyeron una mejora en el fuerte y volvió a ser mejorado con la llegada del califato omeya.

Aunque se tienen pocos conocimientos históricos de la ciudad de Braganza en el siglo XII, durante la Reconquista cristiana en la Península, el castillo sufrió grandes destrucciones durante el asalto y fue reconstruido y nuevamente mejorado.

Actualmente, el castillo alberga un museo militar y es posible visitar el interior.
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